A la hora de llevar a cabo un cambio en una casa, local o negocio, tendemos a pensar que debemos cambiar todo lo anterior para dar una nueva visión a ese espacio y así construir algo nuevo. Pero no siempre tiene que ser así, en muchas ocasiones puede bastar con darle una vuelta de tuerca a lo que ya tenemos sin necesidad de tener que desecharlo todo.
Ahí es donde entran las reformas parciales, ese tipo de reformas en las que, con la ayuda de profesionales cualificados, podemos decidir la parte o partes que queremos dejar sin modificar y cuáles queremos tocar para que tengan una nueva visión o cambio. Estos cambios, por descontado, pueden adaptarse y mimetizarse con el entorno disponible, haciendo así que podamos mantener la esencia de lo que ya teníamos y que era de nuestro agrado.
Esto es fundamental, ya que todo cambio conlleva un proceso por el que no todos estamos dispuestos a pasar (asimilar que habrá obras en casa, que llevarán tiempo, un entorno diferente, etc) y quizás la mejor manera para llevarlo a cabo es cambiar solo parcialmente aquella estancia a la que queremos dar una nueva visión o aquel local del que queremos mantener ciertos aspectos.